martes, junio 16, 2009

Navegando en el pasado... sin rumbo

A veces creo que eres una compleja creación de mi mente, a veces me pregunto si mis sentidos han podido engañarme tanto que he hecho una creación tuya... unos ojos, unas manos, una hermosa voz y una cautivadora inteligencia que se convierten por instantes en el dopaje de mi vida

Tal vez eras un ser mítico que logró hechizarme... o un cautivador invento del pensamiento que te trajo a mí y que hoy cree que aún existes...

A veces mil interrogantes vienen a mi cabeza... y me pregunto si aún abrazas el vacío espacio donde permanece mi recuerdo... o si existe un recuerdo mío que abrace tu mente...

He amado cada día el pasado que me embriaga de ti... allí donde navego sin rumbo, sin tiempo, sin relojes, ni conciencia, donde las palabras no se quedan en un inútil intento, sino que me hallo tomando tus manos, que tiernamente se posan sobre mis hombros y me impregno de la deliciosa energía de tu ser, escuchándote hablar del amor...

Amo el recuerdo donde te amaba y tus ojos se reflejaban en la luna compartida y mi cuerpo temblaba de la idea de poder verte sin citas, ni acuerdos previos... porque allí donde miraba estabas... con tus pausados movimientos...

Amo en secreto lo que fui bajo tu regazo, por tus palabras, por el mundo privilegiado que creamos... y que existe únicamente en cada memoria, porque en el instante más efímero dejamos de ser maravillados y de vivir como niños en lo mágico del mundo y necesariamente nos hallábamos rodeados de la realidad que encontramos a un paso de ser adultos...

Empiezo a crear en mi mente la convicción de que antes de tiempo te convertiste en mi ángel... y que hoy me cuidas sin poderme abrazar, que me amas en lo lejano de tu pensamiento... con el amor del ángel que un día quisiste ser... sin importar que tus pasos se sientan en la tierra.