En esta noche de tremendo insomnio, se me ocurre que lo único que me apetece es escribirte unas líneas, aunque nunca sepas que son para ti, aunque sé que no las leerás...
Hoy pensaba en el amor... y más claro que nunca te veía en medio de esas cinco letras, como una reveladora verdad... A M O R... Á N G E L...
Hoy extrañé tus manos, recordando la sensación que me producía el sentirlas... hoy quise correr a donde quisiera que estuvieras para ver el perfecto brillo de tus ojos... y tu boca jamás besada...
Hoy grité en silencio lo mucho que aun puedo amarte... con el amor más leal que he logrado sentir en mi pecho... con un amor que calla y oculta... hoy quise dejar de ser milagro de abril y hacerme tan real que solo pudiera aferrarme a tus brazos, decirte que aun te amo, que te veo en la luna y en la misma estrella que se desdibuja en el cielo algunas noches...
Hoy quise romper las barreras del tiempo, la distancia, el silencio... robarte los sueños y construir con los mios nuevas utopías y navegar hacia ellas...
Hoy te soñé, te sentí, te anhelé ... mis manos se aferraron a tu número y en un intento fallido quise escucharte... y que escucharas de mi: Te extraño, Te necesito, Te anhelo, Te sueño, Te persigo en ojos extraños... Te amo...
Hoy te soñé, me aferré al silencio, a la idea tan absurda y dolorosa de no lograr borrar de mis pensamientos todo lo aprendido, vivido, amado... y aún deseado...
Hoy pasaré esta noche de insomnio a tu lado... volaré en mis pensamientos a donde estás... a lo lejos tan calladamente como el ángel que cuida... sin poder abrazarte, sin poder tocarte... con este amor engrandecido, en el eterno silencio... TE AMARÉ
