Ángel

Soñé de nuevo con aquel ángel, y una vez más sus abrazos cubrieron mi cuerpo y de su presencia volví a llenarme, sus susurros entraban en mis oídos y mientras sus palabras me tranquilizaban por mi mente el único pensamiento que divagaba era la idea de que por fin todo estaría bien y para ser honesta eso era lo único que me importaba...

Nunca había logrado ver sus ojos, pero esta vez fue diferente por fin los observé y de ellos no podía apartar mi mirada, en ellos había esa inocencia y ese "toque" de fidelidad y entrega que es casi imposible de encontrar, igual que en cada sueño sus manos tomaban las mías y mi único recuerdo se centraba en él, a su lado y en el tiempo de los sueños que no conozco bien, siempre mi vida cobra ese sentido que obliga al sentimiento de "querer seguir", a renovar sus fuerzas, mi alma se llena de luz opacando aquellos pensamientos que crean esa línea entre la idea de vivir o morir.

Cada vez que este ángel se infiltra en mis sueños apoderándose de mi inconsciente, tomando vida en ese mundo que no controlo, que siento sus brazos aferrarse a mi cuerpo, que experimento como toda su energía se apodera de mi, que toma mi mano y siento ese vacío que se siente cuándo vuelas o te lanzas desde muy alto, deseo no despertar y poder tomar control de aquella utopía que se adueña de mi en las noches en las que creo que el insomnio vencerá a Morfeo y se convertirá el amo de la noche.

Y aunque a la realidad cada mañana vuelvo, despierto sabiendo que aquél instante será para siempre, porque en medio de lo difícil que a veces resulta conciliar el sueño y en lo doloroso que pueda ser despertar, existe ese punto entre el todo y la nada, en el que logro sentir y encuentro al ángel que comparte sus alas y me enseña una vez más a volar...

[Los sueños no son más que la dulce "traición" del subconsciente]